Y ahí vivo yo.
Los sueños son mi realidad
y en ellos, mi vida es un completo desastre.
"Hay sueños cuya estructura dramática lleva al paroxismo afectivo, paroxismo tan perfectamente realizado en el sueño que el durmiente se ve forzado a despertar por las emociones desencadenadas. Los sueños no sólo sirven para proteger el dormir. Sirven también, a veces, para interrumpirlo, cuando su función lo requiere. Por ejemplo, cuando tiene una importancia vital para la orientación de la conciencia"
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